El plástico es el envase más extendido en todo el mundo. Debido a lo sencillos y cómodos de llevar, que es habitual ver a mucha gente con su botellita de agua en el bolso.

 

Especialmente las botellas de plástico desechables para el agua mineral, los zumos y refrescos están en primera línea de la crisis climática que atraviesa el planeta. Al ritmo actual, se consumen 20.000 de estos envases por segundo en todo el mundo.

 

Además, en casa parece lógico y hasta una buena práctica rellenar una misma botella, en vez de gastar en una nueva cada vez que se termine. Pues bien, eso es un peligro. Te mostramos motivos contundentes para no reutilizar botellas de plástico.

 

SUSTANCIAS QUÍMICAS

Algunos envases de plástico van soltando productos químicos peligrosos con el paso del tiempo. Estos envases se van deteriorando a la larga y en su interior pueden crecer microorganismos patógenos. Además, se pueden desprender sustancias que están en la propia botella que, a la larga, dan problemas de mal sabor e incluso que podrían suponer un riesgo para la salud.

Para distinguirlos, no tienes más que mirar el símbolo que aparece en la base de los mismos. Hablamos del triángulo de flechas en cuyo centro hay un número, que marcará su peligrosidad.

 

  • Si tiene un 1(PET), cuenta con que debes tirarlo tras su único uso. Con el calor o, simplemente, el oxígeno del ambiente, el plástico suelta elementos tóxicos que se quedan en el agua que luego te bebes.
  • Si tiene un 3 o un 7(PVC) también debes tirarlos tras un uso. El motivo son los componentes químicos que contiene y que el organismo tarda mucho tiempo en eliminar. Mejor evitarlos porque pueden derivar en enfermedades graves.
  • Si tiene un 2,un 4 o un 5 (PP), sí que los puedes reutilizar. Eso sí, siempre que los guardes en la nevera y que, previamente, los hayas lavado a conciencia.

 

CRIADERO DE BACTERIAS

Beber agua en una botella de plástico que has rellenado, hace que se acumulen bacterias, en cantidades muy superior a lo humanamente viable. Lo peor es que somos nosotros mismos quienes potenciamos ese criadero de bacterias entre las manos sucias, las babas y mantener el agua a temperatura ambiente.

 

¿Cómo se puede evitar este peligro entonces? La opción de desinfectar la botella tras cada uso está ahí. El vinagre es la mejor opción. Bueno, o tirar la botella y comprar otra nueva que no huela raro.

 

CUIDADO CON EL CALOR

Y si no es recomendable rellenar una botella y reutilizarla, mucho menos lo es si la dejamos al sol, por ejemplo, en el coche. El problema, en este caso, son los polímeros del plástico que, al ser sometidos a temperaturas extremas, reaccionan soltando componentes del polímero o los aditivos al líquido que tenga la botella, normalmente agua.

 

 
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